viernes, 6 de abril de 2012

CONSECUENCIAS DEL USO DE ABONOS DE MALA CALIDAD

Un día decidiste empezar a tener tu biohuerto en tu jardín, techo o en macetas, así que buscas en el mercado el mejor abono, lo adquieres y lo utilizas según las recomendaciones del vendedor , luego de algunas semanas te das cuenta que las plantas no están creciendo normalmente, es en ese momento es que empiezas a deducir que a lo mejor el abono pudo tener algún efecto negativo; pero ué pudo haber sucedido?

Un uso adecuado de cualquier abono puede producir los siguientes beneficios:
Incrementa la fertilidad natural del suelo logrando reponer los nutrientes que son extraídos por el cultivo de plantas, incremento de la capacidad de retención de agua y el desarrollo de los microorganismos del suelo, que se encargarán de descomponer la materia orgánica en sustancias más simples para ser asimiladas por las raíces. Sin embargo un exceso de uso de abonos puede ser perjudicial para el normal crecimiento de las plantas y este riesgo se incrementa si la forma de elaboración no ha sido la óptima; pues debido a la creciente demanda de estos productos por los horticultores o aficionados, muchas veces sucede que se llega a comercializar abonos que todavía no están listos para ser aplicados al suelo o que en su elaboración no se ha utilizado  una fuente de nutrientes de buena calidad.
 Descomposición natural de compost

Los abonos poseen un elevado contenido de sales, sobre todo, si se tiene en cuenta que en la zona de Lima la mayor parte se elabora con estiércol de ganado vacuno criado para la producción lechera, pues, para que las vacas puedan producir mayor cantidad de leche se les coloca en sus jaulas piedras de sal que son lamidas; al final estas sales se trasladan hasta su estiércol. Las sales en contacto con el suelo incrementan su salinidad y evitan que las raíces puedan absorber agua, trayendo como consecuencia que la planta se empiece a marchitar. Para evitar el exceso de sales se lava los abonos, remojándolos en agua por 10 – 15 minutos y luego secándolos en forma extendida sobre el suelo.
Por otro lado, un abuso del uso de los abonos puede ocasionar quemaduras en las plantas debido al incremento de la salinidad del suelo que evita que las raíces puedan absorber el agua; por ello, se recomiendan dosis de 1 – 2 Kg. por metro cuadrado de suelo; pues muchas veces se piensa que mientras mayor cantidad de abonos se aplica al suelo, mejor va a ser la cosecha, cosa que en la práctica no siempre ocurre así porque causa un desequilibrio en la vida del suelo, además, lo recomendable es abonar durante la preparación del suelo cada vez que se va a sembrar, para que las plantas al crecer puedan absorber los nutrientes.
Presencia de gusanos de tierra por abonos mal descompuestos


La descomposición natural de los residuos orgánicos y fuentes de nutrientes debe seguir un tiempo límite de desarrollo donde tienen lugar las reacciones químicas que aseguran la mortandad de semillas de malas hierbas y de microorganismos causantes de enfermedades de las plantas como hongos, bacterias, nematodos, etc. Sin embargo, por la demanda de estos productos, los productores se ven obligados a acortar su periodo de producción, originando que en lugar de ser beneficioso para el cultivo, cause daños en este como la presencia de enfermedades, incremento de malas hierbas, e incluso aparición de algunas especies de gusanos de tierra, cuyos adultos son atraídos por la presencia de materia orgánica mal descompuesta que les sirve de alimento y de lugar para poner sus huevos; al nacer las larvas se alimentarán también de las raíces y de los brotes de las plantas cultivadas.

La mejor recomendación que se puede hacer sobre la adquisición de abonos es elaborarlos, para así tener la certeza de que el proceso ha sido natural y que no se están utilizando fuentes de mala calidad; los residuos más utilizados son los estiércoles de animales de granja, restos de pastos y cultivos, agua, etc.

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